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Me dijeron que ese puesto de trabajo no era para mi y les di la razón.

Han pasado varios años después de tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida; pero al mismo tiempo la decisión que me puso a caminar en el camino correcto hacía lo que a mi personalmente me hace feliz. Este post es una señal y un llamado para que sí aún no has tomado la decisión de cambiar de trabajo, estudiar afuera, emprender un proyecto, o lo que sea que tu consideres es tu sueño; lo hagas de una vez por todas. Porque duele más aguantar, que arriesgarse y luchar por lo que se quiere.

Mi carrera es mi futuro. mmm será?

Yo tuve la fortuna de estudiar una carrera profesional que me gustaba, pero para muchas otras personas no es así. Nunca olvidaré que durante la ceremonia de graduación, a mi lado estaba un estudiante que se iba a graduar como ingeniero y le pregunté sí estaba feliz y me dijo : Bueno… digamos que te cambio este diploma por el tuyo sí quieres. Y los dos nos reímos, yo con sorpresa y algo de pena por él; y él supongo que con algo de resignación. Yo en cambio estaba feliz, porque por fin, tenía el título con el que podía no solo ser reconocida oficialmente como abogada, sino poder poner mi nombre en los documentos que elaboraba en mi trabajo. Pues cuando yo me gradué, ya trabajaba en el departamento jurídico que una empresa.

Pasaron varios meses en los que descubrí que el ritmo de avance de mi carrera, no era el mismo ritmo que tenían mis expectativas y ello fue menguando mi motivación. En un par de años mi profesión dejó de ser mi sueño y se convirtió solamente en mi trabajo. Lo irónico es que por casualidades de la vida, un día me encontré con el ingeniero de mi lado en la ceremonia de graduación y me contó que llevaba mas de un año trabajando como ingeniero y que lo odiaba. Él llevaba ya varios años de aguante; yo estaba empezando a sentir los primeros síntomas.

Aguantar era nuestro futuro ?

Todo por la plata!

Y aquí caímos el ingeniero, yo, tal vez tu y con seguridad muchas de las personas que conocemos. Un cheque mensual o quincenal, es la zanahoria que nos mantiene aguantando; es como la pastilla que aplaca nuestros sueños y nos hace pensar erróneamente que podemos aplazarlos o perseguir otras cosas en su lugar. Ahí estuve varios años de mi vida; y es cierto, ello no fue completamente una tortura, pues el problema no era mi profesión, la cual me gustaba; el problema era mi trabajo y lo lejos que este estaba de mis sueños, aunque estuviera relacionado con mi profesión. Finalmente y exactamente igual que en el amor, mi trabajo y yo no nos correspondíamos.

Ni el salario más alto, podía compensar ese vacío que deja el abandonar los sueños

No me gusta mi trabajo

La falta de motivación y el desgaste de aguantar, me llevo al mismo punto donde estaba el ingeniero, odiaba mi trabajo. No soportaba a algunos de mis compañeros, no me gustaban algunas políticas corporativas, muchas cosas no me parecían justas; en fin, estaba en ese punto donde me sentía completamente en el lugar equivocado. Como ya lo he contado antes, mi nivel de inglés no era el mejor y las tareas que debía hacer en el idioma eran mas o menos una tortura. Naturalmente habían tanto días buenos como malos; pero a la pregunta acerca de lo que sería mi trabajo a futuro, no le tenía ninguna respuesta. Estaba esperando que un milagro pasara; pero los milagros no pasan sí uno no actúa.

Ese trabajo no es para ti.

Un día en medio de una conversación acerca de como me sentía, alguien me dijo – ese puesto de trabajo no es para ti-. No tenía respuesta para ese comentario; no sabía sí tomarlo como un ataque, como un consejo, como una señal; y por muchos días tuve esas palabras retumbando en mi cabeza. Intentaba encontrar la razón por la cual alguien me había dicho esa frase con tanta seguridad. Finalmente después de varios días peleando con mis miedos y con mi ego, encontré que esa persona tenía razón.

Me voy!

Encontrar que mi trabajo no me hacía feliz, me llevo a la conclusión de que era infinitamente mas fácil cambiar mi camino que cambiar todo mi ambiente laboral. Me llevo enfrentar que era yo la única responsable de estar ahí y la única responsable de seguir aguantando; o de cambiar mi realidad.

Le di una mirada a mis asuntos aplazados. Mejorar mi inglés fue el propósito del que me pegué para iniciar mi camino; Un camino que aún recorro y que no deja de sorprenderme con tantas enseñanzas y momentos de felicidad. Un camino que tenía que enfrentar para nunca más en mi vida volver a sentir que comunicarme en inglés es una tortura, pero sobretodo un camino que me ha mostrado que en la vida los sueños no están dados; sino que los sueños se ganan trabajando con pasión por ellos; que es el sentimiento que todos deberíamos tener por nuestro trabajo.

Espero que este post los motive a tomar decisiones. Y al ingeniero de mi historia del cual nunca volví a saber nada, espero que no sigas aguantando porque definitivamente como alguien me lo dijo a mi: ese trabajo no es para ti!

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